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REFRANES SOBRE LAS MUJERES

¡Ay! de aquel que a la mujer le da el amor y el dinero, cuando menos se lo espera se queda en el puro cuero.
¿Amigo?, ¿amigo?, o viene por tu mujer o por tu trigo.
¿En qué se parecen la mula y la mujer? En que una buena paliza las hace obedecer.
¿Qué echa al hombre de casa? Humo y mujer brava.
A falta de caire, tenga la mujer donaire.
A fraile no hagas cama; de tu mujer no hagas ama.
A la aguja, buen hilo y a la mujer, buen marido.
A la buena casada, sólo su marido le agrada.
A la doncella honrada, la pierna quebrada y en casa.
A la gallina y a la mujer les sobran nidos donde poner.
A la luz de la vela, no hay mujer fea.
A la mujer afeitada, tuércele la cara.
A la mujer bailar y al asno rebuznar, el diablo se lo ha de mostrar.
A la mujer barbuda, de lejos se le saluda, mejor con dos piedras que con una.
A la mujer bella y honesta, casarse poco le cuesta.
A la mujer bigotuda, de lejos se la saluda.
A la mujer bonita y a los caballos buenos, los echan a perder los pendejos.
A la mujer brava, soga larga.
A la mujer casada y casta, con el marido le basta.
A la mujer casada, novio nunca le falta.
A la mujer casera, el marido se le muera.
A la mujer casta, Dios le basta.
A la mujer dile tu amor una vez, que el diablo se lo dirá diez.
A la mujer elegante, se la conoce por el guante.
A la mujer en casa, nada le pasa.
A la mujer fea, el oro la hermosea.
A la mujer le has de dar, por delante y por detrás.
A la mujer loca, más le agrada el pandero que la toca.
A la mujer mala, poco aprovecha guardarla.
A la mujer muy casera, el marido bien la quiera.
A la mujer ni todo el dinero ni todo el querer.
A la mujer parida y a tela urdida, nunca le falta guarida.
A la mujer pedigüeña, ponla donde habita la cigüeña.
A la mujer por lo que valga, no por lo que traiga.
A la mujer presumida, la crítica se le avecina.
A la mujer que es honrada su propia estima le basta.
A la mujer que fuma y bebe el diablo se la lleve.
A la mujer velluda, el diablo la sacuda.
A la mujer ventanera, tuércele el cuello si la quieres buena.
A la mujer y a la burra, cada día una zurra.
A la mujer y a la cabra, la soga, ni corta ni larga; ni tan corta que se rompa, ni tan larga que se pierdan la mujer y la cabra.
A la mujer y a la cabra, soga larga.
A la mujer y a la gallina, tuércele el cuello y te dará la vida.
A la mujer y a la gata, no les lleves la contraria.
A la mujer y a la guitarra, hay que templarla para usarla.
A la mujer y a la lechuga, por la cintura.
A la mujer y a la mula, mano dura.
A la mujer y a la mula, por el pico les va la hermosura.
A la mujer y a la mula, vara dura.
A la mujer y a la picaza, lo que vieres en la plaza.
A la mujer y a la suegra, cuerda.
A la mujer y a la viña, el hombre la hace garrida.
A la mujer y al caballo no hay que prestarlos.
A la mujer y al can, el palo de una mano y de la otra el pan.
A la mujer y al galgo, a la vejez les aguardo.
A la mujer y al ladrón, quitarles la ocasión.
A la mujer y al papel por detrás le has de ver.
A la mujer y al papel, sin miedo de romper.
A la mujer y al viento, pocas veces y con tiento.
A la mujer y el aguardiente, de repente.
A la mujer y la cabra, rienda larga, pero no muy larga, porque si no se pierde mujer y cabra.
A la mujer y la gata, no les lleves la contraria.
A la mujer, el hombre la ha de hacer.
A la mujer, limpieza; al hombre, diligencia.
A la mujer, ni muerta la has de creer.
A la mujer, ni todo el dinero ni todo el querer.
A la que mandar más que el marido se empeña ¡leña!
A la sombra de un hilo, se la pega una mujer a su marido.
A la sombra de un hombre célebre existe siempre una mujer que sufre.
A la vejez, dinero y mujer.
A lavar al río fui; mal dije de otras y peor dijeron de mí.
A más no poder, me acuesto con mi mujer.
A mi mujer bermeja, por el pico le entra, que no por la oreja.
A mujer bonita y rica, todo el mundo la crítica.
A mujer pequeña, mula y baja: abrirle la puerta, pa' que se vaya.
A mujer temeraria, o dejarla o matarla.
A quien su mujer le ayuda, camino va de fortuna.
A quien tiene escopeta, guitarra, reloj o mujer, nunca le falta un traste que componer.
A ratos, la mujer araña como los gatos.
A ratos, la mujer da lección a los demonios nonatos.
A tu mujer no la alabes, lo que vale tú lo sabes.
Abriles y hembras, con el diablo se aconsejan.
Agua de pozo y mujer desnuda, llevan al hombre a la sepultura.
Agua de pozo y mujer desnuda, mandan al hombre a la sepultura.
Agua en jarro, vino en bota y la mujer en pelota.
Agua vertida, mujer parida.
Agua y mujer a nada deben oler.
Al asno a palos y a la mujer a regalos.
Al demonio y a la mujer nunca les falta qué hacer.
Al hijo travieso, casarlo: su mujer le hará manso.
Al hombre de más saber, una sola mujer lo echa a perder.
Al hombre, le falta paciencia; a la mujer, le sobra insistencia.
Al horno fui; mil desvergüenzas dije, y diez mil oí.
Al mal caballo, espuela; a la mala mujer, palo que le duela.
Al melón y a la mujer, por la cata los has de conocer.
Al molino y la mujer, andar sobre él.
Al mozo amañado, la mujer al lado.
Al papel y a la mujer, lo que le quieran poner.
Al perro nadar, y a la mujer bailar, el diablo se lo debió enseñar.
Al que tiene casa, reloj y mujer, no le falta qué componer.
Al que tiene mujer hermosa, o castillo en frontera o viña en carretera, nunca le falta guerra.
Al queso y a la mujer, de vez en vez.
Al tomar mujer un viejo, tocan a muerto o a cuerno.
Albarcas, borona y mujer, cerca de casa están bien.
Amigo lisonjero, festeja a tu mujer o a tu dinero.
Amor de mujer y halago de can, no darán si no les dan.
Antes mujer de Juan Terrón, que querida de un señorón.
Antes mujer de quien nada es, que manceba de algún marqués.
Antes mujer de un pobre, que manceba de un conde.
Antes se queda el ruiseñor sin canción que la mujer sin conversación.
Aquella es buena mujer, la que barre su casa al amanecer.
Asno de gran ansiedad, quien pregunta a una mujer su edad.
Barco grande, ande o no ande y mujer grande aunque me mande.
Bien parece y bien están el asno en la cuadra y la mujer en el hogar.
Boca besada, mujer entregada.
Boca brozosa, cría mujer hermosa.
Caballo que llene las piernas, gallo que llene las manos y mujer que llene los brazos.
Caballo, mujer y escopeta, son prendas que no se prestan.
Cabra, caballo y mujer, gordos los has de escoger.
Cada día muda el viento y la mujer a cada momento.
Cada día se muda el viento, y la mujer a cada momento.
Cada hombre lleva un loco dentro y cada mujer un ciento.
Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley.
Calzones rotos no deshonra al que los lleva, sino a su hija, a su mujer o a su nuera.
Casa donde la mujer manda, mal anda.
Casa sin mujer y barco sin timón, lo mismo son.
Casa sin mujer, no es lo que debe ser.
Casada deseada, de su marido despreciada.
Cásate por la dote y de tu mujer serás un monigote.
Cigarro puro, melón, y mujer; más vale acertar que escoger.
Como se muda de luna, el necio y la mujer se mudan.
Compuesta, no hay mujer fea.
Con buen vino y buena mujer nada se puede perder.
Con la mujer y el dinero, no te burles, compañero.
Con la mujer, ojo alerta, mientras no la vieres muerta.
Con mujer que tiene dueño, ni sueño.
Con mujeres, estarás cuando quieres y saldrás como pudieres.
Cuando el hombre algún bien quiere hacer, le quita la gana su mujer.
Cuando la mujer es famosa, casi siempre lo es por mala cosa.
Cuando la mula dice «no paso» y la mujer «me caso», la mula no pasa y la mujer se casa.
Cuando una mujer te pida que te tires por un tajo, pídele a Dios que sea bajo.
Dar con buen melón y buena mujer, acierto es.
De abril y de la mujer, todo lo malo es de temer.
De cojera de perro y de mal de mujer, no hay que creer.
De cola de perro y llanto de mujer, la mitad has de creer; de dinero y santidad, la mitad de la mitad.
De Guadalcanal, ni hombre, ni mujer, ni temporal.
De invierno, la levadura; de verano, la mujer aguda.
De Jaén, ni hombre, ni mujer, ni aire que venga de él.
De la mala mujer no te guíes y de la mala no te fíes.
De la mujer el consejo apresurado, del hombre el postrero y mesurado.
De la mujer el consejo primero, el segundo no lo quiero.
De la mujer mala te has de guardar y de la buena no fiar.
De la mujer no te dejes sorber.
De la mujer que mucho llora, no te fíes gran cosa; y de la que no llora en su vida, menos todavía.
De la mujer y el dinero, no te burles caballero.
De la mujer, el tiempo y el mar, poco hay que fiar.
De la mujer, la limpieza se conoce en la cabeza y en los pies.
De la mujer, mucho bueno has de esperar y mucho malo has de temer.
De la naranja y la mujer, lo que ellas den.
De mujer compuesta en función y de mula gorda en feria, ten cautela.
De mujer que es madre, nadie nunca mal hable.
De mujer que no ama las flores, no te enamores.
De Navarra, ni mujer ni tronada.
De poder a poder, me acuesto con mi mujer.
Del abril y la mujer, todo lo malo has de temer.
Después de comer, ni libro, ni mujer.
Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer.
Dijo la mujer al diablo: ¿te puedo ayudar en algo?
Dile que es hermosa y la verás gozosa.
Donde hay barbas, callen faldas.
Donde hay mujer, hay diablo también.
Donde no hay mano de mujer, poco aliño se puede ver.
Donde no hay mujer, hay que buscarla y donde la hay, matarla.
Dote de cara, culo y tetas, no me peta; dote de casa, viñas y olivares, ése sí me satisface.
Echa vino montañés, que quien buen vino bebe tiene buena mujer.
Echa vino tabernero, que no tengo dinero pero sí buena mujer.
El abrigo en invierno, y la mujer en todo tiempo.
El amor a la mujer, echa al hombre a perder.
El amor de la mujer, en la ropa del marido se echa a ver.
El arañar y el morder, es costumbre de mujer.
El buey para que are y la mujer para que guarde.
El burro flojo y la mala mujer, apaleados han de ser.
El caballo y la mujer a nadie has de ofrecer.
El caballo y la mujer, a ojo se han de tener.
El cochino y la mujer, acertar y no escoger.
El consejo de la mujer es poco y el que no lo toma es loco.
El dinero es para gastar y la mujer para tocar.
El dinero y la mujer, en la vejez son menester.
El hombre es fuego, la mujer estopa, viene el diablo y sopla.
El hombre ha de tener tres cosas codiciadas: su mujer, su caballo y su espada.
El hombre persigue en la veintena lo que la mujer en la treintena.
El hombre pone y la mujer dispone.
El hombre propone y la mujer dispone.
El hombre que casa con mujer de mucho vicio, no va pronto a la tumba por fornicio, sino por necio.
El hombre que sea león y la mujer camaleón.
El hombre quiere a la mujer sana; la mujer, al hombre que gana.
El hombre reina y la mujer gobierna.
El hombre se casa cuando quiere y la mujer cuando puede.
El hombre, en la plaza; la mujer, en la casa.
El hueso amarra al perro y el dinero a la mujer.
El judío y la mujer, vengativos suelen ser.
El juego, la mujer y el vino, sacan al hombre de tino.
El llanto de la mujer muerta, solo llega hasta la puerta.
El marrano y la mujer, más vale acertar que escoger.
El mejor perro: el de la casa; la mejor mujer: la del vecino.
El melón y la mujer son difíciles de conocer.
El melón y la mujer, malos son de conocer.
El navío y la mujer, malos son de conocer.
El oficio de la mujer es poco, pero el que lo pierde es loco.
El puro y la mujer, acertar y no escoger.
El que al mus juega ceñudo, su mujer lo hará cornudo.
El que ha tenido una mujer, merece una corona de paciencia; el que ha tenido dos, la merece de simpleza.
El que inventó los gananciales, o fue una mujer, o no estaba en sus cabales.
El que presta su caballo para garrochar y a su mujer para bailar, ná tiene que reclamar.
El varón, varón sea, la mujer, estése queda.
El viejo que tiene mujer moza, ojo al timón y mano a la escota.
El vino bueno y la mujer hermosa constituyen la fama de Mendoza.
El vino tinto como la mujer, caliente se ha de beber.
El vino y la mujer, el juicio hacen perder.
En casa cerrada, no hay mujer forzada.
En casa de mujer rica, ella manda y ella grita.
En casa de tu enemigo, la mujer ten como amigo.
En casa sin mujer ¿qué gobierno ha de haber?
En casa sin mujer, no te podrías valer.
En cojera de perro y en lágrimas de mujer, no has de creer.
En el marido, prudencia; en la mujer, paciencia.
En el modo de barrer, se conoce si es limpia una mujer.
En junio si pica el sol, ni mujer ni caracol.
En la casa de la mujer rica, él calla y ella repica.
En la vida la mujer tres salidas ha de hacer: al bautismo, al casamiento y la sepultura o monumento.
En mala mujer mucho mal puede caber.
Entre el sí y el no de una mujer, no cabe la punta de un alfiler.
Entre hoz y vencejo muere la mujer y huye el mancebo.
Entre marido y mujer, nadie se debe meter.
Entre una mujer hacendosa y otra hacendada, la primera más me agrada.
Escuela quiere el bueno y mal caballo; y la mujer mala y buena palo.
Espada y mujer, ni darlas a ver.
Fe la mujer no guarda, si el que la quiere se tarda.
Febrero y las mujeres, por día diez pareceres.
Flaca es la mujer por gorda que esté.
Gallina ponedora y mujer silenciosa, valen cualquier cosa.
Gallo, caballo y mujer, por la raza has de escoger.
Gato, rey y mujer, no saben agradecer.
Gatos y mujeres, buenas uñas tienen.
Gatos y mujeres, siete vidas tienen.
Gotera en el techo y mujer pendenciera al marido de su casa echan fuera.
Guárdate de aquella mujer que como hombre quiere ser.
Hasta la mujer más honesta, también le gusta la fiesta.
Hijos y mujer, añaden menester.
Hombre bermejo y mujer barbuda, de una legua se les saluda.
Hombre que toma aguardiente y mujer que habla latín, tienen mal fin.
Hombre y mujer juntos, ni difuntos.
Huerta sin agua y mujer sin amor, no sé qué será peor.
Huertas, molinos y mujeres, uso continuo requieren.
Huevo de una hora; pan de un día; vino de un año; mujer de quince; amigo, de treinta y echarás bien la cuenta.
Humo, gotera y mujer parlera echan al hombre de la casa fuera.
Humo, mujer brava y gotera, sacan al hombre a la pradera.
Ira de mujer, ira de Lucifer.
Ira de mujer, trueno y rayo es.
Joven ventanera, mala mujer casera.
La alegría de la mujer joven es la tristeza de la mujer vieja.
La cabra, donde nace, la oveja, donde pace, y la mujer, donde hable.
La casa la hace el hombre y el parentesco la mujer.

La cobija y la mujer, suavecitas han de ser.
La doncella y el azor, las espaldas hacia el sol.
La gallina, la mujer y el marrano, con la mano.
La liebre a la carrera y la mujer a la espera.
La mala mujer y el buen vino, se encuentran por el camino.
La mar y la mujer, de lejos se han de ver.
La media y la mujer por un punto se han de perder.
La mejor bestia quiere aguijón y la mejor mujer varón.
La mujer a la ventana, más pierde que gana.
La mujer aguda, con el marido se escuda.
La mujer ajena, siempre es más bella.
La mujer alta y delgada y la yegua colorada.
La mujer buena y honesta, el hacer algo es su fiesta.
La mujer buena y leal, es tesoro real.
La mujer buena, de la casa vacía hace llena.
La mujer casada y casta, con el marido le basta.
La mujer casada y honrada, la pierna quebrada y en casa.
La mujer casada, preñada y en casa.
La mujer casta, obedeciendo manda.
La mujer compuesta, quita el marido de otra puerta.
La mujer con bigote no necesita dote.
La mujer con quien casares, no te gane en heredades.
La mujer con su marido, en el campo tiene abrigo.
La mujer consigue plata, con solo alzarse la bata.
La mujer de buen aliño, hilaba y devanaba y vendía vino, y daba la teta al niño.
La mujer de Calahorra, con su padre no se ahorra.
La mujer de tres maridos, quítame los sentidos.
La mujer debe estar en casa al atardecer.
La mujer debe gobernar la casa y el marido la caja.
La mujer decente, sufre más que se divierte.
La mujer del viejo, relumbra como espejo.
La mujer del vinatero, buen otoño y mal invierno.
La mujer el pan amasa y el viejo mande en casa.
La mujer en casa con la pata quebrada.
La mujer en casa y el hombre en la arada.
La mujer en el amor es como la gallina, que cuando se muere el gallo a cualquier pollo se arrima.
La mujer en el hogar es reina a la que hay que amar.
La mujer en el hogar, sin salir ni a trabajar.
La mujer en la cocina es una mina.
La mujer en soledad piensa solo en la maldad.
La mujer es avariciosa, para ser en lo suyo gastosa.
La mujer es como la cerveza; como se le vaya el corcho, se le va la fortaleza.
La mujer es fuego, el hombre estopa; viene el diablo y sopla.
La mujer es más lista que el hombre que la conquista.
La mujer es para el que la caza, no para el que la espanta.
La mujer experimentada, es temida y mal mirada.
La mujer hace el amor cuando quiere y el hombre cuando puede.
La mujer hacendosa es la más hermosa.
La mujer hasta los cuarenta y el hombre hasta que alienta.
La mujer hilando y el hombre, cavando.
La mujer honesta, en su casa y no en la fiesta.
La mujer honrada, en casa y con la pata quebrada.
La mujer honrada, la puerta cerrada.
La mujer llora antes del matrimonio, el hombre después.
La mujer lo hace y el marido no lo sabe.
La mujer lumbrosa, de suyo es hermosa.
La mujer mala es como la falsa moneda que de mano en mano va y ninguno se la queda.
La mujer maluca abajo tiene el azúcar.
La mujer maridada, nunca vive descuidada.
La mujer pare llorando y la gallina cantando.
La mujer poco entendida, se casa sin tomar medidas.
La mujer puede tanto que hace pecar a un Santo.
La mujer pulida, la casa sucia y la puerta barrida.
La mujer que a dos quiere bien, Satanás se la lleva, amén.
La mujer que es mal casada, trato tiene con la criada.
La mujer que hace burla de su marido, ni tiene amor ni tiene amigo.
La mujer que mucho bebe, tarde paga lo que debe.
La mujer que mucho mira, poco hila.
La mujer que no dice que sí, no vale un maravedí.
La mujer que no hace nada, es bien mirada.
La mujer que no se casa, se seca como una pasa.
La mujer que quiere a dos no es mala sino entendida, cuando una vela se apaga, la otra queda encendida.
La mujer que reciba, a dar se obliga.
La mujer que sabe latín, no la quiero para mí.
La mujer rabicaliente, escrito lo trae en la frente.
La mujer sabe un poco más que Satanás y Barrabás.
La mujer sea igual o menor si quieres ser señor.
La mujer si es hermosa te la pegará; si es fea, te cansará; si pobre te arruinará, y si rica, te gobernará.
La mujer siempre es más lista que el hombre que la conquista.
La mujer soltera y vieja guarda el alhajero donde el soltero y viejo guarda el sonajero.
La mujer tiene derecho, si se mantiene en su techo.
La mujer tiene largo el cabello y corto el entendimiento.
La mujer y el boticario, cojos entrambos.
La mujer y el café, ardientes han de ser.
La mujer y el diablo, siempre tienen que hacer algo.
La mujer y el gato, por caricias devuelven arañazos.
La mujer y el gato, se acicalan cada rato.
La mujer y el horno por la boca se calientan.
La mujer y el huerto, no quieren más que un dueño.
La mujer y el melón, huélanse por el pezón.
La mujer y el niño, hacen del hombre un pollino.
La mujer y el niño, sólo callan lo que no han sabido.
La mujer y el vidrio, siempre están en peligro.
La mujer y el vino, hacen del hombre un pollino.
La mujer y la burra, iguales de testarudas.
La mujer y la cartera, cuanto más pequeña más fea.
La mujer y la ensalada, sin aliñar no valen nada.
La mujer y la escopeta, en casa déjalas quietas.
La mujer y la gallina, a casa con el día.
La mujer y la gallina, hasta la casa de la vecina.
La mujer y la gallina, pequeñina.
La mujer y la gallina, por andar se pierden aína.
La mujer y la gaviota, cuanto más vieja más loca.
La mujer y la mentira nacieron el mismo día.
La mujer y la mula cada día te hacen una y suerte te dará Dios si no te hacen dos.
La mujer y la sardina en la cocina.
La mujer y la sardina, cuanto más pequeña más fina.
La mujer y la sardina, cuanto más saladas, más dañinas.
La mujer y la sardina, ni la mayor ni la más pequeñina.
La mujer y la sartén en la cocina es donde están bien.
La mujer y la seda, de noche a la candela.
La mujer y la viña, le dan al hombre alegría.
La mujer, como el vino, engaña al más fino.
La mujer, como la escopeta; siempre cargada y detrás de la puerta.
La mujer, como la vaca, se busca por la raza.
La mujer, el fuego y los mares son tres males.
La mujer, el huerto y el molino, requieren uso continuo.
La mujer, los olivos y el vino, mejor la del vecino.
La mujer, que encante; el hombre, que espante.
La mujer, si gorda, es boba; si flaca, bellaca.
La mula y la mujer a palos se han de vencer.
La mula y la mujer son malos de conocer.
La mula y la mujer, a palos se han de vencer.
La nuez y la mujer, a golpes se han de vencer.
La oveja y la mujer, puesto el sol en casa estén.
La primera mujer es escoba, la segunda señora.
La tortilla y la mujer, se han de comer calientes, pues si las dejas enfriar, ni el diablo les clava el diente.
Las tres cabezas más duras: la mujer, la cabra y la burra.
Llamé a la mujer loca, y lo que salió por aquella boca.
Llanto de mujer, engaño es.
Lo que el diablo no puede hacer, lo hace una mujer.
Lo que el diablo no puede, la mujer lo hace fácilmente.
Lo que el diablo no puede, lógranlo las mujeres.
Lo que escatimes a tu mujer, no lo gastes en beber.
Lo que la mujer más desea, es lo que más niega.
Lo que la mujer no consigue hablando, lo consigue llorando.
Lo que la mujer no logra hablando, lo logra llorando.
Los enemigos del casado son tres: la moda, el modista y la mujer.
Los enemigos del hombre son tres: suegra, cuñada y mujer.
Madre, ¿qué cosa es casar? Hija, hilar, parir y llorar.
Mala para el metate, pero buena para el petate.
Mano sobre mano, como mujer de escribano.
Más matan tetas que guerras.
Más tarda el hombre en decirlo que la mujer en consentirlo.
Más trazas inventa en cinco minutos una mujer, que el diablo en un mes.
Más vale a un perro querer que a una ingrata mujer.
Más vale estarse un año sin mujer, que dos días sin comer.
Matrimonio bien avenido, la mujer junto al marido.
Mi casa, mi mesa y mi mujer, todo mi mundo es.
Mi mujer ha malparido, trabajo perdido.
Mientras la mujer grande se agacha, la chica barre la casa.
Mira a tu suegra y así será tu mujer de vieja.
Mujer a quien le das lo que te pide, mujer que te dará lo que le pidas.
Mujer al volante, peligro constante.
Mujer aseada, nunca sea jorobada.
Mujer baja y mula baya, suéltala la jáquima y que se vaya.
Mujer besada mujer ganada.
Mujer buena, casa vacía la hace llena.
Mujer compuesta tira el marido de otra puesta.
Mujer cotorra, celosa y regañona.
Mujer curiosa, tiene un refrán para cada cosa.
Mujer de cocina, familia en la ruina.
Mujer de lengua certera, es refranera.
Mujer en opinión tiene mal son.
Mujer enferma, mujer eterna.
Mujer graciosa, vale más que hermosa.
Mujer hermosa y buena espada, de muchos es codiciada.
Mujer hermosa, mujer vanidosa.
Mujer hermosa, soberbia y contenciosa.
Mujer hermosa, viña e higueral, muy malos son de guardar.
Mujer llorona, es puta o ladrona.
Mujer mayor, es la mejor.
Mujer moza y viuda, poco dura.
Mujer muerta y olla quebrada se sienten poco o nada.
Mujer muerta, casa deshecha.
Mujer muerta, siete a la puerta.
Mujer ordenada, con poco llena su casa.
Mujer pecosa, mujer sabrosa.
Mujer pendona, mujer bobalicona.
Mujer que no jode, es hombre.
Mujer que no mienta ¿quién la encuentra?
Mujer que no se pinta y no es coqueta, se queda en la banqueta.
Mujer que no tiene encantos, se queda para vestir santos.
Mujer que viste de seda, en su casa se queda.
Mujer refranera, o coja o puñetera.
Mujer se queja, mujer se duele, mujer enferma, cuando ella quiere.
Mujer sin hijos jardín sin flores.
Mujer sin varón, ojal sin botón.
Mujer sola, rama sin tronco; hombre solo, rama sin hojas.
Mujer tan ancha, es que no usa ni la escoba ni la plancha.
Mujer ventanera, poco costurera.
Mujer, huerta y molino, piden uso de continuo.
Mujer, niño y loco no guardan secreto de otro.
Mujer, viento y ventura, presto se muda.
Mujeres buenas, en todo el mundo dos docenas; mujeres malas, a millaradas.
Mujeres juntas ni difuntas.
Mujeres y amores, un placer cien dolores.
Mujeres y avellanas, muchas salen vanas.
Mujeres y fortuna, mudables como la luna.
Mujeres y guitarras, es menester mucho tiento para tocarlas.
Mujeres y libros siempre mal avenidos.
Mujeres y malas noches matan a los hombres.
Mujeres y malos años nunca faltaron.
Mujeres y manzanas, muchas podridas que parecen sanas.
Mujeres y ortigas, a cuál más pican.
Mujeres y querellas, huye de ellas.
Ni al perro qué mear, ni a la mujer qué hablar, nunca les ha de faltar.
Ni aun al Diablo ha de temer quien no teme a una mujer.
Ni cabalgues en potro, ni alabes tu mujer a otro.
Ni calabaza sin tapón, ni mujer sin quita y pon.
Ni casa de esquina, ni burra mohína, ni mujer que se llame Catalina.
Ni de las flores de marzo, ni de la mujer sin empacho.
Ni de mujer de otro, ni coces de potro.
Ni estopa sin tizones, ni mujer con varones.
Ni gazpacho añadido, ni mujer de otro marido.
Ni joya prestada, ni mujer letrada.
Ni por casa ni por viña, cases con mujer mezquina.
Niño que bebe vino y mujer que habla latín, no pueden tener buen fin.
Niños y mujeres, dan más disgustos que placeres.
No busques a la vez fortuna y mujer.
No compres casa sin esquina, ni mujer que no sepa cocina.
No hay carga más pesada, que la mujer liviana.
No hay más brava cosa, que una mujer celosa.
No hay mayor pena que perder a una mujer buena.
No hay mujer más buena, que la mujer ajena.
No hay mujer sin pero, ni sin tacha caballero.
No hay mula que no patee, ni mujer que no lo de.
No hubiera malos hombres si no hubiera malas mujeres.
No se bañaba y se bañó, su mujer se lo pidió.
No te cases con mujer que te gane en saber.
No te fíes de mujer, ni de mula de alquiler.
No te fíes del perro que cojea, ni de la mujer que lloriquea.
Nunca hombre sabio y discreto revela a la mujer un secreto.
Nunca le falta quehacer al cura, al Diablo y a la mujer.
Nunca te dejes vencer por lágrimas de mujer.
Oh ¡suerte injusta! Al rico se le muere la mujer y al pobre la burra.
Palabras de mujer, no se han de creer.
Perro, caballo y mujer, tener bueno o no tener.
Perro, mujer y gato: animal ingrato.
Por ese hablar tan suelto, habrás de perder casamiento.
Por Santa Catalina mata la cochina, por San Andrés, mata tu res; y si no tienes que matar, mata a tu mujer.
Que tires para abajo, que tires para arriba, siempre se hará lo que tu mujer diga.
Quien casa con mujer bella, de su honra se descasa.
Quien fía su mujer a un amigo, en la frente le saldrá el castigo.
Quien no tuviese qué hacer, que arme navío o tome mujer.
Quien quiera tener mujer eterna que se case con una enferma.
Quien tiene huerta, viña y mujer; nunca le falta qué hacer.
Quien tiene mujer hermosa, o castillo en frontera, o niña en carrera, nunca le falta guerra.
Rasura de pronto y lágrimas de mujer no son de creer.
Rencura de perro y lágrimas de mujer: no hay que creer.
Reniego del necio que jode con la mujer del cuerdo.
Secreto confiado a mujer, por muchos se ha de saber.
Ser casta y de buena pasta, para buena mujer no basta.
Si fueres a San Javier, pasando por San Pioquinto, no enamores mujer casada ni montes caballo pinto.
Si la mujer supiera lo buena que es la nielda, la pacería como las vacas la hierba.
Si le dices tu secreto a una mujer, de dominio público ha de ser.
Si quieres matar a tu mujer, dale sardinas por San Miguel.
Si quieres ser señor, que tu mujer sea mejor.
Si tu mujer es bonita, recibe pocas visitas.
Si tu mujer quiere que te tires de un tejado abajo, pídele a Dios que sea bajo.
Si tu mujer te pide que te tires de un tejado, pídele a Dios que sea bajo.
Si tu mujer trabaja, no tienes con qué espantarla.
Si vives con tu suegra y tu mujer, pronto te echas a perder.
Siete vidas tiene un gato, la mujer tres o cuatro.
Tetas de mujer tienen mucho poder.
Tiran más dos tetas que dos carretas.
Toma casa con hogar y mujer que sepa hilar.
Tres cosas hay en la vida que no se pueden cuidar: una cocina sin puertas, la mujer y el platanar.
Tres hijas y una madre; cuatro diablos para el padre.
Tres mañas tienen las mujeres; mentir sin cuidar, mear donde quieren y llorar sin porqué.
Truchas y mujeres, por la boca se pierden.
Un cabello de mujer tira más que cien yuntas de bueyes.
Un hombre, una palabra; una mujer, una carretada.
Una buena cabra, una buena mula y una buena mujer, son muy malas bestias las tres.
Una mujer es como un puro: hay que encenderla a menudo.
Viejo con mujer hermosa, mala cosa.
Viejo que se casa con mujer moza, o pronto el cuerno, o pronta la losa, si no son ambas cosas.
Viento, mujer y fortuna, mudables como la luna.
Vino y mujer, te dan la vuelta y te ponen al revés.
Vino, tabaco y mujer, echan el hombre a perder.



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